Día 4
55km
Sentado en el porche de una tienda de campaña gigante mientras Sharon da el pecho a nuestro bebe para que se duerma vienen todas esas aventuras del día a la mente.
Tras desmontar la tienda, el desayuno de frutas y cereales de mamá y alma y dejar las alforjas listas las familias nos dijimos adiós muy felices. Pienso que este tipo de encuentros son como si te tocase la lotería pues ellos no sabían que nos ibn a conocer ni nosotros a ellos. Como una cita a ciegas pero sin haber quedado. ?
Pero hoy, tras unos 20 km pedaleando me entero de que mi abuela está en el hospital, ya tiene 101 años así que este día se lo dedico a ella.
Ayer nos digimos: si volvemos a encontrarnos con alguna casa que vende verdura o huevos compramos (esque aqui dejan cositas en la entrada de su casa para vender con una cajita donde puedes dejar el dinero, desde frutas y verduras hasta todo tipo de cosas de segunda mano). Y así fue había huevos de oca y fresas riquísimas!!
Un rico paseo entre ovejas
El camino fue una combinación entre carreteras anchas con muy poco tráfico y caminos de arena-piedra entre bosques chiquitos y lagos repletos de aves. Y cerca de la costa el camino va junto a las ovejas y con vientos que nos hicieron llegar a 25 km por hora.
Alma una vez más se portó como una campeona pues fue dormida o feliz en su carrito invadido por muchas otras cosas (libros, mochila, comida, juguetes…)
Qué rico baño le dio la mami
Y tras 43 km llegamos al Puerto de Lauwersoog donde se toma el ferry para la isla en la que nos encontramos ahora Schiermonnikoog donde viven unos 1000 habitantes con playas de arena larguísimas también porque el suelo no es muy profundo. El viento era tan fuerte y soplaba en proa que apenas podíamos avanzar para llegar.
Pensabamos que no había coches en la isla pero los lugareños pueden circular con ellos
Hoy toca dormir fuera de nuestra tienda en un camping que acoje campamentos y donde hay un huerto muy grande. La mujer que lo lleva nos dijo que podíamos coger lo que estaba maduro, pensarlo y pagarlo. Como si de un supermercado viviente se tratará o un buffet. Y… que delicia de todo, no he comido más fresas en mi vida y el resto que cogimos nos hicimos una cena y con los huevos de pato un revuelto. Un lujo 5 estrellas!
Mmmmmmm
Este viaje es una celebración una inspiración, unas vacaciones un sueño y una aventura.